El aire bajo la lupa: resumen de la charla de Viviana Sbarato en FAMAF

"Anticipar Riesgos mediante modelos y mediciones"

El jueves 19 de septiembre, el Aula Magna de FAMAF fue escenario de la quinta edición 2025 del ciclo Tardes de Ciencia, con la charla “El aire bajo la lupa: z”, a cargo de la Dra. Viviana Sbarato. La actividad convocó a estudiantes, docentes, investigadores y público en general, en una tarde dedicada a reflexionar sobre la calidad del aire que respiramos y los desafíos que plantea su monitoreo en tiempos de cambio climático.

Un contaminante invisible y peligroso

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La Dra. Sbarato comenzó su exposición recordando que el aire que nos rodea está cargado de partículas diminutas que, aunque imperceptibles a simple vista, tienen efectos profundos en la salud. Las partículas en suspensión -conocidas como PM10 y PM2.5- provienen de la combustión de combustibles fósiles, el tránsito vehicular, la actividad industrial e incluso de fenómenos naturales como el polvo levantado por el viento.

Lo alarmante, explicó, es que estos contaminantes no poseen un umbral seguro: cualquier exposición puede resultar dañina. Al ser invisibles e inodoros, nuestro organismo no está naturalmente preparado para detectarlos y protegerse, como sí ocurre con olores fuertes o sustancias en descomposición

Córdoba, pionera en monitoreo ambiental

La charla recorrió también la historia del monitoreo en Córdoba. Desde las primeras mediciones de contaminantes realizadas en 1873 por Benjamin Gould en el Observatorio Astronómico hasta las estaciones automáticas de control que funcionaron entre 1995 y 2001, siendo estas experiencias muy valiosas para la provincia en esta área.

Durante esa etapa, Córdoba contó con estaciones móviles de referencia internacional, instaladas en puntos críticos como Villa El Libertador y el Correo Central, que permitieron identificar las principales fuentes de contaminación: el tránsito vehicular y los compuestos derivados de la combustión

Aunque estos equipos dejaron de funcionar por su alto costo de mantenimiento, la información obtenida marcó un precedente clave para comprender la dinámica de los contaminantes locales.

De los datos a la acción

Uno de los ejes de la exposición fue la necesidad de traducir los datos en acciones concretas. Sbarato recordó que, a fines de los noventa, Córdoba llegó a contar con un índice de calidad de aire publicado diariamente junto con un pronóstico de contaminación, que se difundió en medios de comunicación masivos. Este tipo de alertas buscaba orientar a la población más vulnerable -como niños y adultos mayores- para reducir la exposición en días críticos

“Pasar de los datos a la acción es fundamental -señaló- La información cobra sentido cuando se transforma en conciencia social y en políticas públicas que protejan la salud de la población”.

Ciencia ciudadana y sensores de bajo costo

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Otro aspecto innovador que destacó la investigadora fue el rol de la ciencia ciudadana. En los últimos años, la disponibilidad de sensores portátiles y de bajo costo ha permitido que ciclistas, vecinos y comunidades puedan registrar datos sobre la calidad del aire en tiempo real, generando mapas colaborativos de contaminación.

Estos aportes complementan el trabajo de los organismos oficiales y ayudan a cubrir vacíos en la red de monitoreo, ofreciendo información precisa sobre cómo se distribuye la contaminación en distintos barrios y horarios.

Modelos predictivos y herramientas tecnológicas

Sbarato también compartió experiencias de desarrollo de modelos matemáticos y redes neuronales que, a partir de variables meteorológicas y registros previos, permiten predecir la concentración de contaminantes como el ozono o las partículas finas

Si bien Córdoba aún no cuenta con un sistema de predicción consolidado, estas investigaciones muestran el potencial de la inteligencia artificial y la teledetección satelital para anticipar episodios críticos y emitir alertas tempranas

Durante la pandemia, por ejemplo, las imágenes satelitales mostraron de manera elocuente la reducción de contaminantes como los óxidos de nitrógeno, evidenciando el fuerte vínculo entre las actividades humanas y la calidad del aire.

Desafíos actuales y futuros

La Dra. Sbarato subrayó que la contaminación atmosférica sigue siendo uno de los problemas ambientales más serios, estrechamente ligado a cuestiones sociales y de desarrollo urbano. El crecimiento del parque automotor, los incendios regionales y los efectos del cambio climático complejizan aún más el panorama

En este sentido, remarcó la importancia de articular esfuerzos entre instituciones académicas, organismos estatales y ciudadanía para fortalecer el monitoreo, impulsar políticas públicas efectivas y fomentar hábitos sostenibles.

Tardes de Ciencia volvió a demostrar el valor de estos encuentros para acercar la investigación universitaria a la comunidad. La charla de Sbarato no solo ofreció un recorrido histórico y técnico sobre el monitoreo del aire, sino también un llamado a transformar los datos en conciencia y acción colectiva.

En un mundo atravesado por la crisis climática y ambiental, comprender lo invisible que respiramos es un paso esencial para cuidar nuestra salud y el entorno. Como señaló la expositora, “anticipar riesgos mediante modelos y mediciones no es un ejercicio académico: es una herramienta vital para proteger a quienes están más expuestos y para imaginar un futuro más sostenible”.